Las heridas psicológicas de los sanitarios tras el covid-19: así podemos ayudarles

Las heridas psicológicas de los sanitarios tras el covid-19: así podemos ayudarles

Nuestros sanitarios y cuidadores han sufrido durante la epidemia una sobrecarga de estrés y un enorme desgaste emocional. Se desplegó ante nuestros ojos todo un gigantesco escenario irreal más propio de una película de entreguerras que de una sociedad moderna y tecnológica presa de la ilusión del control y la omnipotencia.

La consecuencia de todo esto es que muchos de nuestros sanitarios y cuidadores sufrieron una sobrecarga de estrés y un enorme desgaste emocional. Y, no sólo por los riesgos laborales y el exceso de trabajo sino también por la dificultad añadida de abordar sus propios contextos familiares y las restricciones sociales por el confinamiento.

Respuestas psicológicas ante una pandemia

La Sociedad Psicológica Británica ha editado recientemente una “Guía sobre las Necesidades Psicológicas en cuidadores frente a la pandemia del Coronavirus” donde detalla un abanico de respuestas psicológicas que podemos observar en los sanitarios y cuidadores y que varían según las distintas fases del brote. Cuando las personas atraviesan estas etapas no lo hacen de forma secuencial sino dependiendo del curso de la pandemia y pueden saltar rápidamente de una a otra.

Describieron una primera “fase preparatoria” donde aparece la ansiedad anticipatoria debido a que disponen de un tiempo muy limitado para adaptarse a la pandemia y verbalizan no sentirse en algún modo preparados para afrontar la situación. Experimentan también intensos sentimientos de ansiedad ante lo desconocido.

Una siguiente “fase activa” que subdividen en otras dos:

La subfase “heroísmo y esfuerzo para encontrar soluciones”. Son muchos las respuestas incluidas en este apartado así que seleccionaremos algunas significativas.

-Pueden experimentar sentimientos de camaradería ante el trabajo conjunto en equipo.
-Sentirse desbordados al presenciar situaciones que no habían visto antes. Por ejemplo, cuando ven morir a mucha gente de golpe sin poder hacer mucho más por un brusco empeoramiento de la enfermedad.
-Discutir con el equipo sobre la percepción de urgencia
-Empezar a diluir las de fronteras entre los espacios de trabajo y descanso y comenzar a sobretrabajar.
-Una segunda subfase está caracterizada por “sentimientos de decepción y de fatiga extrema” y que es considerada el periodo de mayor riesgo psicológico.
-En ella los equipos humanos empiezan a funcionar con altos niveles de adrenalina y de manera “automatizada” o con el “piloto automático” puesto. Pueden aparecer de repente sensaciones de fatiga extrema.
-Comienzan a descuidar su autocuidado y empiezan a considerarlo como no prioritario.
-Se sienten emocionalmente desconectados del trabajo y experimentan fatiga por compasión.
-Sufren de un gran estrés ante decisiones morales que chocan con su código ético, por ejemplo, cuando ven a gente fallecer sin el acompañamiento de sus familiares, o deben decidir a quién ofrecen un respirador, etc.
-Los efectos del estrés acumulado se reflejan muy bien ante reacciones exageradas frente a pequeños contratiempos.

Finalmente describen una tercera “fase de recuperación”, donde los miembros del equipo disponen de tiempo para reflexionar. Muchos de ellos la atraviesan satisfactoriamente y usan a pleno rendimiento sus apoyos sociales y recursos individuales y lo reflejan en el vívido relato del crecimiento postraumático qué les ha reportado esta experiencia.

Su consideración social como “héroes de la pandemia” les dificulta enormemente hablar con el corazón en la mano de las preocupaciones

Sin embargo, otras personas pueden experimentar en esta fase pensamientos intrusivos sobre lo que deberían haber hecho de una manera diferente o dejado de hacer y sentirse profundamente avergonzados por no reaccionar acorde a ciertas expectativas o también desarrollar intensos sentimientos de culpa. Su consideración social como “héroes de la pandemia” les dificulta enormemente hablar con el corazón en la mano de las preocupaciones que los torturan lo cual incrementa su desazón y la intensidad de su malestar emocional. Otras personas comienzan a sentirse de manera diferente en sus trabajos o respecto a las organizaciones para las cuales trabajan y emergen profundos sentimientos de resentimiento por haberse visto expuestos a la pandemia de la manera en que lo fueron.
Desde el Reino Unido el profesor Neil Greenberg experto mundial en trauma del King´s College of London advierte a su propio Sistema Nacional de Salud, el NHS inglés, que es precisamente ahora cuando el pico de la crisis ha pasado cuando estos profesionales se hallan más en riesgo de sufrir alteraciones psicológicas si no les ayudamos con un soporte psicológico adecuado. Considera que a medida que retornamos a una realidad con un cariz de mayor normalidad, hay que realizar un seguimiento psicológico y emocional de estos profesionales durante meses y en algunos casos serán años si presentan estrés postraumático.

Recuperación con apoyo psicológico

Lo que dicen los especialistas sobre el impacto psicológico en términos de salud mental de esta crisis es que dependerá en gran medida de los apoyos que reciban estas personas y de cuánto estrés manejen cuando intentan recuperarse de toda la presión a la que han sido sometidos lo que actuará como elementos claves en su recuperación. Sólo así podrá realmente convertirse en una experiencia trasformadora donde puedan poner en valor lo vivido.

FUENTE: El Confidencial, escrito por Raquel Tomé.